jueves, 22 de noviembre de 2012
EL TURISTA DEL PENSAMIENTO (fragmento)
"... llevaba rato observándolo, observando lo que él era y hacia. Él: inteligente de sus dudas, curioso, intuitivo y creativo, perceptivo, etéreo; músico de la vida misma. Y ahí estaba ella, amante de lo que hace y de lo que sueña; frecuentando cada paso y movimiento; preguntándose tan sólo una cosa: -"¿Podría ser yo el turista de sus pensamientos?. Porque por ahora sólo me propongo un objetivo: Divagar por las calles de su mente e imaginación, para encontrar aquella inspiración que me falta para ponerle melodía al par de versos que por días llevan su nombre"...Pero el turista no era otro, era yo.
viernes, 5 de octubre de 2012
USTED ES...
Escribo éstas líneas con el simple objetivo de dejar en
constancia de que usted existe, y que ha sido escogido para ser memorándum de
una gama de hechos que han conseguido mi atención y que me han permitido
mantenerlo bajo observación, y que además, me han demostrado que Dios le otorga
a algunos uno de esos tantos dones que de seguro en usted encontraré, pero en
especial, uno de esos pocos que muchos carecen y que quizás nunca lleguen a
definir tan bien como usted lo ha hecho, la palabra que por don yo hoy llamo
ENSEÑAR.
Pero
antes de ser amplia y explícita de lo que usted es y de lo que usted hace, me gustaría
dejar en claro que no sólo es éste el medio que suelo usar para expresar una
serie de ideas; porque de conocerlo, me aseguraría de hacerle llegar no en
charlas sino en hechos lo que un conjunto de palabras pueden llegar a
significar. Pero por los momentos, puede que éste sea el medio más pertinente
para lo que deja el vacío y la pausa de una conversación, el cual aún no se me ha otorgado el tiempo
para compartir esa experiencia con usted.
Las
probabilidades de que usted se entere de que he escrito esto para su merced son
una en cien, pero haré énfasis en las palabras con las que comienzo este texto y para que no quede menor duda del por qué del escrito, y del amplio sentido con el
que ha sido desarrollado.
Escribo
estas líneas con el simple (aunque no
único) objetivo de dejar en constancia de que usted existe. Existe y ha sido
escogido para recordármelo, recordarme que Dios de usted ha hecho uno de los
quizás mejores ejemplos de solidaridad humana.
Y es
que podría durar horas escribiendo y describiendo lo que en usted ví, pues no me parece justo que sólo un par de
líneas tengan espacio en este blog para expresar lo que usted es y lo que usted
hace. Pero lastimosamente, lo desconcertante de escribir no es que uno lo hace
cuando quiere o cuando puede; lo hace cuando la mente y el alma
y las palabras se solidarizan y cuando la inspiración no es lo suficientemente banal e intransingente para poder continuar y cuando la satisfacción completa las ganas para llegar a concluir. Uno escribe, cuando todas estas variables llegan a un mutuo acuerdo de que cada una de ellas debe
significar no sólo en sí mismas, sino en conjunto todo aquello que el que escribe quiere
transmitir y hacer saber. Una vez que ha empezado no debe detenerse y detenerse
es abstenerse y quien se abstiene no produce.
Yo
produzco cuanto puedo, pero debo decir que llevo largo tiempo absteniéndome; y
de eso precisamente nace otro objetivo de este texto. Usted
nació al mismo tiempo que nació la esperanza y el deseo; y el que yo vuelva a
escribir y escriba sobre esto nace de usted. Usted
existe porque ha despertado en mí todo aquello por cuanto yo no creía y no
conocía. Usted es arte y está hecho de arte, el arte de saber enseñar.
Saber
enseñar es un arte. Un arte que se trabaja desde pequeño y que no nace con
muchos o que muchos no han descubierto. Descubrir es aprender y usted aprende
de lo que enseña y enseña de lo que aprende. Usted
me enseñó y con usted aprendí que
enseñando no sólo se hace amigos, sino que comprendemos más a la vida y dejamos
de dar por sentado muchas de las cualidades y casualidades que construyen al
ser humano. Yo lo descubrí y aunque del todo no lo conozco, tengo información
suficiente para hacerle éstas líneas que definen en esencia y de la manera más
fiel y pura lo que usted es y de lo que usted está hecho.
Suavemente
me llegó y con tolerancia y paciencia me enseñó lo que en su momento yo debí
aprender. Yo fallé en el examen del conocimiento, pero gané el tiempo que Dios
me concedió, y tiempo que por cierto agradezco,
para entender por qué ahora estoy donde estoy y para comprender por qué
a veces uno pierde eso que tanto desea para ganar aquello que más necesita. Yo
necesitaba de tantas cosas que creía estar en su lugar.
Preocúpate
si todo sale bien porque significa que algo realmente anda mal; y usted me ha
salido bien cuando todo andaba mal y ahora yo soy el bien que deja de lado el
mal y le abre paso al momento en que usted llegó para significar en mi vida no
sólo por lo que es y por lo que hace sino por lo que usted vale. No vale
quien puede, vale el que quiere y tiene y usted tiene todo eso que a mi me
enseñaron a valorar desde niña, y vale más porque permanece entre mis momentos,
recordándome y confirmándome una vez más que son los valores y las buenas
acciones los que nos hacen los mejores seres humanos.
Tengo
tantas obligaciones que aquella de estar bien conmigo misma se me queda pequeña
para el tiempo que se me ha otorgado, tiempo en el que por cierto está usted
presente enseñándome a tomar un descanso; descanso de mis apuros, de mis
inseguridades, de mi monotonía.
Usted
es arte que enseña la vida a los que aprendemos de ella. Usted es la vida de aquellas
personas que se han quedado sin el arte de amar aquello que hacen. En pocas
palabras, usted es un acto de amor, que del amor nació y que el amor concede.
Amarlo
a usted sería fácil, porque no es fácil lo que llega rápido sino lo que
rápidamente nos hace luchar por un sueño, y es usted un sueño. Usted es el
sueño que algún día en mis sueños estuvo y que nunca había sido tan cierto como
que de humildad y otros valores usted está hecho.
Y
aunque entre sueños yo vivo y de sueños yo lo conozco, lo que lo separa del sueño no es más que el deseo de hacer realidad en usted todo lo que quiso y
nunca pudo ser y todo aquello que desea y puede llegar a ser.
Y aunque por ahora de usted yo sólo soy un turista, un
turista fotografiando su vida y lo mejor que hay de ella, guardo en mi álbum las
mejores fotos llenas de arte, el arte del que está hecho, el arte que emprende y practica,
el arte de saber enseñar.
Yo le
he observado y aunque usted no se dé cuenta y no me dé el tiempo de disimularle
que me encantaría hablarle, conozco su trabajo y valoro lo que hace; y por
supuesto no es lo que hace lo que valoro, sino el cómo lo hace.
Pero
como todo quien enseña necesita aprender, yo quiero ser el mentor de aquellos
temas que no ha de conocer. Poco me importa encontrarlo con fallas o
decadencias. Menos me importa si en el pasado usted ha caído o decaído. Encárguese
usted de que le importe el olvido ,que yo me encargo de que recuerde que
errar es de humanos y rectificar es de sabios, que caerse está permitido pero
que levantarse es obligatorio. Yo seré a la medida aquello que usted necesita
si me lo permite. Yo seré cuanto pueda porque querer es poder y yo a usted lo
quiero, quiero lo que es y lo que pueda ser y por si le quedan dudas ó por si fuera poco…
Yo seré lo que soy
porque fué usted quien me enseñó que siendo uno mismo aprendemos que enseñar es
un arte, y que el arte no es más que el resultado tangible e intangible de los
que somos y de lo que estamos hechos.
Alejandra Escorche Pons
05 de Octubre de 2012
Una mirada tuya
Una mirada tuya...es todo lo que necesito para llenar de sonrisas mi día. No sé quién eres, no te conozco. Yo sólo soy un turista de tus ojos. No tengo certeza de cuando fué la primera vez que mi vista se cruzó con la tuya, pero puedo jurarte que desde ese momento no la has dejado descansar. Quiero imaginarte, y lo hago cada noche, en cada sueño. Quiero recordarte. Quiero que cada vez que pases me dediques una mirada tuya, mándame tán sólo una y te prometo que seré el mejor brillo de tus ojos. Quiero una mirada tuya..dulce, fija y completa, quizás un poco temerosa, ingenua. No quiero juzgarte, pero con tan sólo mirarte mi imaginación empieza a describirte, a sentirte. Te quiero cerca, muy cerca; sólo dame una mirada y yo seré lo que más deseas. No conozco nada de lo que eres o lo que piensas, no sé que te gusta o disgusta y no sé si seas bueno o seas malo. Pero si de conocer tus ojos se trata, seré la mejor turista que lo haga. Tu sólo mirame y yo me pasaré el resto del día descubriendote, acercándome. Como esa noche que no olvido, cuando te acercabas a mi y detuviste tu mirada. Puedo decir que la interacción que tuvimos fue la más ingenua que antes haya experiementado pero que hasta ahora, ha sido la mejor que he tenido.
Julio de 2012
Julio de 2012
martes, 3 de enero de 2012
Reflexión
¿Te has sentido triste, frustado? ¿A veces piensas que todo va por mal camino, que no están ocurriendo las cosas tal y como las esperabas? ¿Sientes que no has logrado un objetivo, una meta? ¿Has mirado a tu alrededor y de vez en cuándo te sientes diferente con respecto a la multitud? ¿Has sentido que no se han materealizado tus metas? ¿Sientes que a veces no todo el mundo valora tu trabajo como es debido? ¿Piensas que has dado en todo momento lo mejor de tí, que a veces has tenido miedo, pero que aún así, sin saber que pueda pasar en el mundo exterior, te atreves a salir y darle la cara al miedo, para luchar por tu sueño?
Para mí lo mejor de vivir es tener el valor de arriesgarse ante cualquier situación, esto no implica dejar ausente el miedo, pues el valor no es la ausencia de éste, sino saber que existe algo más que sólo miedo...Siempre hay algo que inquieta, perturba, siempre hay algo pendiente que se debe solucionar...siempre queremos más. La pregunta es: ¿Todos buscan aquello que tanto desean?, ¿o sólo esperan a que pase el tiempo sin ponerle emoción a sus vidas por tener simplemente "miedo" de no lograr vencer ante la adversidad, de ser derrotado ante su propio sueño o de caerse sin haber llegado a la cima?...
Que vacía sería la vida sin experimentar el deseo de alcanzar algo, de lograrlo por tus propios méritos, por tu perseverancia, por tu capacidad de decisión, por tu constancia ante esa cosa que tanto sueñas...Que interesante y útil sería para el mundo una persona con capacidad de reflexión ante los hechos buenos y malos. El mundo está carente cada vez más de estas personas, y es por ello, que existe una desintegración total de los valores y de la necesidad de hacer o conseguir algo sin tener que derrumbar y/o desvavorecer al que nos rodea.
Por otra parte, siempre existe el momento en el cual sentimos frustración y nos sentimos hundidos... Yo opino que estos dos sentimientos no son tan malos, pues es como una prueba que te pone la vida para ver cómo reaccionas, cómo decides.
"La fé mueve montanas", pero antes de creer en esta frase, es importante que identifiques ¿Cuál es tu fé?
La fé no es un acto de milagro....FÉ, es una palabra que engloba el conjunto de cosas, metas, sueños por los que has luchado constantemente, ó, por aquellas personas en las cuales has creído fervientemente, ésto es FÉ. Mientras mayor haya sido tu perseverancia y tu lucha por obtener algo, mayor será tu fé. No se puede tener fé si antes habérselas jugado y haber dado el todo por el todo.
Yo estoy segura que Dios estaría muy complacido con aquellas personas que han sabido apreciar el regalo más grande que él nos ha dado: VIVIR, tomando como base primordial nuestra fé. Pues somos nosotros mismos quienes la hacemos posible.
Yo personalmente he vivido situaciones de desesperación, de no haber encontrado alguna salida, de sentirme hasta ínutil, incapaz...pero por ciertas razones, Dios ha puesto en mi camino los hechos, o las personas, que de alguna u otra forma han intervenido y han ayudado a levantarme, a saber que no estoy sola, a pensar de que nada más el simple hecho de que exista una motivación o una persona que aprecie lo que eres, te dá la fortaleza para continuar por la autopista de la vida. A veces me pregunto por qué la gente piensa que mientras mas rodeado está de personas, mas popular, apreciado o más simpático es.. No todas las personas tienen la capacidad de aprender a reconocer el mérito, las cualidades o los éxitos ajenos; la mayoría tienden a envidiarlos.Pero son ellos mismos quienes se perjudican, pues están perdiendo el tiempo que pueden aprovechar para identificar interrogantes como: ¿Qué debo hacer yo para conseguir el éxito? ¿Cuál es mi meta? y ¿Por qué motivo debo luchar?
Es importante que tengas claro que primordialmente uno lucha por uno mismo, por salir adelante sin depender del ¿qué dirán? o sin sentir la necesidad muchas veces de preguntar ¿lo estoy haciendo bien?; pues es la vida quién dará la respuesta a todas tus acciones.
Tienen que saber que no existe fracaso más grande que dejar pasar la vida sin haberse arriesgado o por haber pasado por alto muchas cosas, esperando a que llegarán por si sólas; pues como se dice: "vale más poder brillar, que sólo buscar ver el Sol"
Nuestra vida se está pasando juzgando y criticando las acciones de los demás, quitándole valor e importancia a lo que realmente la tiene.
Es hora, de que a partir de hoy, desafíes a la suerte, pues eres tú quien haces tu propia suerte, tu propio destino. Vive tus días como si fuesen los últimos. A veces te acuestas en las noches pensando: ¡que día tan simple, tan aburrido!; pero...¿que pasaría si ese día tan sencillo fuese el último?; podría ser el último. ¿Qué pasaría si el mañana nunca viene?. ¡aprende a vivir hoy!
Nunca desesperes, las nubes en cualquier momento se irán, no apures el tiempo, no quemes etapas, ¡vívelas!. Siéntete "el mejor", ¿por qué no?; esto no implica que debas humillar o destruir al de al lado. No te quebrantes, no te derrumbes, mas pronto de lo que parece la vida da un giro a tu alrededor, sé fuerte y sigue creyendo en tí, aun cuando el mundo se haya quedado oscuro, aún cuando todo el mundo haya dejado de creer. No te pierdas en la duda, no te des por vencido ante un mundo que no entiende que ha perdido su alma y sentido. Y dale a tu vida el esfuerzo y sudor de alguien que lucha por alcanzar la meta y ser lo que algún día soñó sin miedo a perder; eleva tu voz y mantente de pie... son las claves, para obtener el éxito en esta vida.
No importa lo que dice la gente, no importa cuanto tiempo tome, cree en tí y sabrás cómo salir adelante. Lo importante es qué tan honesto eres, di la verdad sobre tí y sigue tus instintos, tu corazón. Todo lo malo se fúe ayer, y ahora tú perteneces a este momento de tus sueños.
Con cariño,
Alejandra V. Escorche
19 de Junio de 2010.
Para mí lo mejor de vivir es tener el valor de arriesgarse ante cualquier situación, esto no implica dejar ausente el miedo, pues el valor no es la ausencia de éste, sino saber que existe algo más que sólo miedo...Siempre hay algo que inquieta, perturba, siempre hay algo pendiente que se debe solucionar...siempre queremos más. La pregunta es: ¿Todos buscan aquello que tanto desean?, ¿o sólo esperan a que pase el tiempo sin ponerle emoción a sus vidas por tener simplemente "miedo" de no lograr vencer ante la adversidad, de ser derrotado ante su propio sueño o de caerse sin haber llegado a la cima?...
Que vacía sería la vida sin experimentar el deseo de alcanzar algo, de lograrlo por tus propios méritos, por tu perseverancia, por tu capacidad de decisión, por tu constancia ante esa cosa que tanto sueñas...Que interesante y útil sería para el mundo una persona con capacidad de reflexión ante los hechos buenos y malos. El mundo está carente cada vez más de estas personas, y es por ello, que existe una desintegración total de los valores y de la necesidad de hacer o conseguir algo sin tener que derrumbar y/o desvavorecer al que nos rodea.
Por otra parte, siempre existe el momento en el cual sentimos frustración y nos sentimos hundidos... Yo opino que estos dos sentimientos no son tan malos, pues es como una prueba que te pone la vida para ver cómo reaccionas, cómo decides.
"La fé mueve montanas", pero antes de creer en esta frase, es importante que identifiques ¿Cuál es tu fé?
La fé no es un acto de milagro....FÉ, es una palabra que engloba el conjunto de cosas, metas, sueños por los que has luchado constantemente, ó, por aquellas personas en las cuales has creído fervientemente, ésto es FÉ. Mientras mayor haya sido tu perseverancia y tu lucha por obtener algo, mayor será tu fé. No se puede tener fé si antes habérselas jugado y haber dado el todo por el todo.
Yo estoy segura que Dios estaría muy complacido con aquellas personas que han sabido apreciar el regalo más grande que él nos ha dado: VIVIR, tomando como base primordial nuestra fé. Pues somos nosotros mismos quienes la hacemos posible.
Yo personalmente he vivido situaciones de desesperación, de no haber encontrado alguna salida, de sentirme hasta ínutil, incapaz...pero por ciertas razones, Dios ha puesto en mi camino los hechos, o las personas, que de alguna u otra forma han intervenido y han ayudado a levantarme, a saber que no estoy sola, a pensar de que nada más el simple hecho de que exista una motivación o una persona que aprecie lo que eres, te dá la fortaleza para continuar por la autopista de la vida. A veces me pregunto por qué la gente piensa que mientras mas rodeado está de personas, mas popular, apreciado o más simpático es.. No todas las personas tienen la capacidad de aprender a reconocer el mérito, las cualidades o los éxitos ajenos; la mayoría tienden a envidiarlos.Pero son ellos mismos quienes se perjudican, pues están perdiendo el tiempo que pueden aprovechar para identificar interrogantes como: ¿Qué debo hacer yo para conseguir el éxito? ¿Cuál es mi meta? y ¿Por qué motivo debo luchar?
Es importante que tengas claro que primordialmente uno lucha por uno mismo, por salir adelante sin depender del ¿qué dirán? o sin sentir la necesidad muchas veces de preguntar ¿lo estoy haciendo bien?; pues es la vida quién dará la respuesta a todas tus acciones.
Tienen que saber que no existe fracaso más grande que dejar pasar la vida sin haberse arriesgado o por haber pasado por alto muchas cosas, esperando a que llegarán por si sólas; pues como se dice: "vale más poder brillar, que sólo buscar ver el Sol"
Nuestra vida se está pasando juzgando y criticando las acciones de los demás, quitándole valor e importancia a lo que realmente la tiene.
Es hora, de que a partir de hoy, desafíes a la suerte, pues eres tú quien haces tu propia suerte, tu propio destino. Vive tus días como si fuesen los últimos. A veces te acuestas en las noches pensando: ¡que día tan simple, tan aburrido!; pero...¿que pasaría si ese día tan sencillo fuese el último?; podría ser el último. ¿Qué pasaría si el mañana nunca viene?. ¡aprende a vivir hoy!
Nunca desesperes, las nubes en cualquier momento se irán, no apures el tiempo, no quemes etapas, ¡vívelas!. Siéntete "el mejor", ¿por qué no?; esto no implica que debas humillar o destruir al de al lado. No te quebrantes, no te derrumbes, mas pronto de lo que parece la vida da un giro a tu alrededor, sé fuerte y sigue creyendo en tí, aun cuando el mundo se haya quedado oscuro, aún cuando todo el mundo haya dejado de creer. No te pierdas en la duda, no te des por vencido ante un mundo que no entiende que ha perdido su alma y sentido. Y dale a tu vida el esfuerzo y sudor de alguien que lucha por alcanzar la meta y ser lo que algún día soñó sin miedo a perder; eleva tu voz y mantente de pie... son las claves, para obtener el éxito en esta vida.
No importa lo que dice la gente, no importa cuanto tiempo tome, cree en tí y sabrás cómo salir adelante. Lo importante es qué tan honesto eres, di la verdad sobre tí y sigue tus instintos, tu corazón. Todo lo malo se fúe ayer, y ahora tú perteneces a este momento de tus sueños.
Con cariño,
Alejandra V. Escorche
19 de Junio de 2010.
La Sonrisa de la Vida "Una mirada desde el corazón"
Despierto, despierto y sonrío, busco rápidamente el reproductor de música y coloco una canción movida y alegre; me dirijo con prisa hacia el balcón de la casa, aquel balcón que brindaba la grata percepción de integrarte con el paisaje exterior. Quizás visualmente no era el paisaje más motivador, y lo digo con cierta ironía, quizás no se le podría ni llamar paisaje. Se observaba la desigualdad de edificios de la zona, y la pobreza del lugar en sus calles; algunos árboles con un verdor sin igual daban una leve sensación de respiro, de aislamiento. ¡Pero espera!, no me permitiría olvidar relatarles y describirles de un misterioso manto puro y limpio, un manto que me acogía, que me saludaba con su alegre ¡Buenos Días!. Nunca había visto algo más perfecto, pero siempre ha estado ahí conmigo. Ha sido una rutina dirigirme en las mañanas hacia el balcón de vista ordinaria, pero cuando elevo la mirada, me integro en un mundo donde los sueños son posibles y son el presente, son “el ahora”; donde la riqueza de nuestro planeta está evidenciada, donde reposan tantas almas. Mi mirada sigue fija, no se distrae, contempla y descubre unas manchas blancas como grandes copos de algodón; me brindan comodidad, me ponen a jugar, a descifrar formas, formas descritas por las mismas manchas, formas antes vistas, cotidianas, formas perfectas. ¡Es impresionante!, mi sonrisa se dibuja y con la mirada fija la música sigue sonando, mi cuerpo aún se está acostumbrando de las pocas o largas horas de sueño, pero mi mente, como si fuese un componente aparte, sigue reposando en el misterioso manto. Ahora me detengo a observar su color, un azul celeste que relaciono con los sueños, los sueños como anhelo, un azul limpio y rico, alegre y simpático; me emociona, me conmueve, me detiene, me calma, me cura, me llena, me da vida, me dice ¡buenos días!. Justo en ese momento de gran éxtasis emocional mi mente regresa al mundo real…¡pero espera!, siempre ha estado en el mundo real, ¡Que maravilla!. Es entonces cuando pienso “Qué bella es la vida, perfecta”.
Hoy me encontraba caminando por el Boulevard Sábana Grande, a mediados del día. Fué un largo y pausado recorrido…¡pero vaya que fué un momento emocionante!. La música, como de costumbre, sigue sonando… ¿y por qué no habría de hacerlo? ¿no es la vida una melodía? ¿no es la vida música?...Yo creo que sí. El movimiento de las hojas de los arboles, los pasos de la gente, la circulación del viento, la risa del niño, el teléfono que suena, el vendedor deambulante, el carro que pasa, la gota que cae. Un sinfín de sonidos, que forman una melodía, que componen música, música para el alma…música para la vida. Sigo caminando y observando cómo masivos volúmenes que forman los edificios delimitan el boulevard. Hubo un momento en que me sentí conmovida, debo admitir, quizás una lágrima recorría mi rostro. Me sentí alegre, el ambiente que se respiraba era único. El hombre hacía de su entorno algo mejor. Se estaban arreglando las calles; me detuve con pausa a observar la mano de un obrero, la mano que construye, la misma mano que crea, la mano que nos une. El entusiasmo me embargaba, la nostalgia de un “progreso figurado”. Pausadamente, me detuve a observar las obras artísticas que integraban el lugar, una de ellas, la cual llamó mi atención, era la forma de una flor que servía de asiento o descanso para los peatones, lo que me conllevó a sugerir las siguientes sensaciones que posiblemente el artista como autor quiso transmitir “la naturaleza al servicio del hombre”, “El hombre integrándose a la naturaleza” “La naturaleza acoge al hombre”. En fin, prosigo mi recorrido, muy satisfecha, muy alegre, el día era fructífero. Hay algo que quisiera relatar con detalle, que nuevamente me conmueve, me detiene. Era la sonrisa de algunos de los peatones que igualmente recorrían el boulevard; no sé cuál era el motivo de dicha sonrisa, no es tan importante. De alguna u otra forma, las perfectas y alegres sonrisas dibujadas en los rostros me hacían feliz, me llenaban, me daban vida, me contagiaban; ver la integración de las personas, cómo conviven todos en un mismo entorno, en un entorno creado por el mismo hombre; ver cómo paseaba aquella pareja que se tomaba de la mano, y que con tranquilidad y sin prisa caminaban y conversaban, parecía que expresaban amor, sin necesidad de escuchar sus palabras; aquella señora que toma de la mano a su hijo, niño alegre, para protegerlo, para guiarlo; el grupo de amigos, el empresario que iba de prisa a su trabajo, el anciano con sus juegos de mesa, los pasos de la gente, la circulación del viento, la risa del niño, el teléfono que suena, el vendedor deambulante, el carro que pasa, la gota que cae.. Fue un grato momento, todos bajo un mismo techo, el mismo que observo cada mañana, el mismo que nos envuelve y nos hace universal, miembros de un solo planeta, el manto azul y vigoroso que nos cubre. La música sigue sonando. Llego al final de mi recorrido y me repito: “¡que bello día!, ¡que perfecto es el hombre!, ¡que hermosa la vida!, ¡que grata MI VIDA!”. Ahí me encontraba yo, entre la multitud, una chica tímida y observadora, crítica por excelencia, pura de alma como el bello manto que describo al principio, emanando mi alegría, con un brillo sin igual, agradeciendo cada segundo de mi recorrido, agradeciendo todas esas sensaciones descritas, agradeciendo con la mirada a las personas de sonrisa dibujada. Debo decir, que se ha convertido en una rutina diaria caminar por la vida, analizando su recorrido y sus componentes y estudiando cómo el hombre puede lograr un ambiente en donde el todo se integra bajo una impecable armonía. Para mí cada amanecer, cada cambio de la tonalidad del color azul de la sábana que nos acoge, es el mejor y más preciado regalo que sin pedirlo consigo con tan solo elevar la mirada, en cualquier momento, cada vez que quiero, en donde sea que me encuentre. Yo por mi parte, me comprometo a ser el hombre “literalmente” que crea y construye con sus manos, que construye con el corazón. Me comprometería una y otra vez, sin darme por vencida, sin ponerlo en duda, sin juzgarme. Lo haré porque no puedo describir la alegría que me embarga el ver una sonrisa o conjunto de sonrisas que conviven bajo un mismo techo. Crearé el entorno ideal donde TODOS SOMOS UNO Y DONDE UNO SOMOS TODOS. El entorno donde el ser humano es el protagonista de la vida, el protagonista de sus hechos, el constructor de su camino. Crearé el entorno ideal, donde EL SER HUMANO ES LA SONRISA DE LA VIDA.
Alejandra Escorche.
26/07/2011.
Dedicado a todos aquellos que observan sin detenerse. A los amigos de la Arquitectura. A los amantes de la vida.
Hoy me encontraba caminando por el Boulevard Sábana Grande, a mediados del día. Fué un largo y pausado recorrido…¡pero vaya que fué un momento emocionante!. La música, como de costumbre, sigue sonando… ¿y por qué no habría de hacerlo? ¿no es la vida una melodía? ¿no es la vida música?...Yo creo que sí. El movimiento de las hojas de los arboles, los pasos de la gente, la circulación del viento, la risa del niño, el teléfono que suena, el vendedor deambulante, el carro que pasa, la gota que cae. Un sinfín de sonidos, que forman una melodía, que componen música, música para el alma…música para la vida. Sigo caminando y observando cómo masivos volúmenes que forman los edificios delimitan el boulevard. Hubo un momento en que me sentí conmovida, debo admitir, quizás una lágrima recorría mi rostro. Me sentí alegre, el ambiente que se respiraba era único. El hombre hacía de su entorno algo mejor. Se estaban arreglando las calles; me detuve con pausa a observar la mano de un obrero, la mano que construye, la misma mano que crea, la mano que nos une. El entusiasmo me embargaba, la nostalgia de un “progreso figurado”. Pausadamente, me detuve a observar las obras artísticas que integraban el lugar, una de ellas, la cual llamó mi atención, era la forma de una flor que servía de asiento o descanso para los peatones, lo que me conllevó a sugerir las siguientes sensaciones que posiblemente el artista como autor quiso transmitir “la naturaleza al servicio del hombre”, “El hombre integrándose a la naturaleza” “La naturaleza acoge al hombre”. En fin, prosigo mi recorrido, muy satisfecha, muy alegre, el día era fructífero. Hay algo que quisiera relatar con detalle, que nuevamente me conmueve, me detiene. Era la sonrisa de algunos de los peatones que igualmente recorrían el boulevard; no sé cuál era el motivo de dicha sonrisa, no es tan importante. De alguna u otra forma, las perfectas y alegres sonrisas dibujadas en los rostros me hacían feliz, me llenaban, me daban vida, me contagiaban; ver la integración de las personas, cómo conviven todos en un mismo entorno, en un entorno creado por el mismo hombre; ver cómo paseaba aquella pareja que se tomaba de la mano, y que con tranquilidad y sin prisa caminaban y conversaban, parecía que expresaban amor, sin necesidad de escuchar sus palabras; aquella señora que toma de la mano a su hijo, niño alegre, para protegerlo, para guiarlo; el grupo de amigos, el empresario que iba de prisa a su trabajo, el anciano con sus juegos de mesa, los pasos de la gente, la circulación del viento, la risa del niño, el teléfono que suena, el vendedor deambulante, el carro que pasa, la gota que cae.. Fue un grato momento, todos bajo un mismo techo, el mismo que observo cada mañana, el mismo que nos envuelve y nos hace universal, miembros de un solo planeta, el manto azul y vigoroso que nos cubre. La música sigue sonando. Llego al final de mi recorrido y me repito: “¡que bello día!, ¡que perfecto es el hombre!, ¡que hermosa la vida!, ¡que grata MI VIDA!”. Ahí me encontraba yo, entre la multitud, una chica tímida y observadora, crítica por excelencia, pura de alma como el bello manto que describo al principio, emanando mi alegría, con un brillo sin igual, agradeciendo cada segundo de mi recorrido, agradeciendo todas esas sensaciones descritas, agradeciendo con la mirada a las personas de sonrisa dibujada. Debo decir, que se ha convertido en una rutina diaria caminar por la vida, analizando su recorrido y sus componentes y estudiando cómo el hombre puede lograr un ambiente en donde el todo se integra bajo una impecable armonía. Para mí cada amanecer, cada cambio de la tonalidad del color azul de la sábana que nos acoge, es el mejor y más preciado regalo que sin pedirlo consigo con tan solo elevar la mirada, en cualquier momento, cada vez que quiero, en donde sea que me encuentre. Yo por mi parte, me comprometo a ser el hombre “literalmente” que crea y construye con sus manos, que construye con el corazón. Me comprometería una y otra vez, sin darme por vencida, sin ponerlo en duda, sin juzgarme. Lo haré porque no puedo describir la alegría que me embarga el ver una sonrisa o conjunto de sonrisas que conviven bajo un mismo techo. Crearé el entorno ideal donde TODOS SOMOS UNO Y DONDE UNO SOMOS TODOS. El entorno donde el ser humano es el protagonista de la vida, el protagonista de sus hechos, el constructor de su camino. Crearé el entorno ideal, donde EL SER HUMANO ES LA SONRISA DE LA VIDA.
Alejandra Escorche.
26/07/2011.
Dedicado a todos aquellos que observan sin detenerse. A los amigos de la Arquitectura. A los amantes de la vida.
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