"...De niño siempre recibía burlas porque era un mal soñador, absurdo melancólico de la vida decadente que se aproxima antes nuestros ojos. Escondido bajo el eterno sueño de sus ideales, no más que ideales intransferibles, irrefutables. No me complace decirlo, vivo escondido y arropado en la hojas que escribo porque le tengo miedo al mundo que se está llevando, vivo aislado bajo la música que produce la vida que la que se hace con ella. Soy un libro cerrado, de aquellos que ya no se leen y no me importa ser olvidado en el tiempo, estar perdido en la sombra y jamás ser encontrado, jamás ser descubierto. Vivo metido en mis sueños carentes de males silentes, aquellos que lleva la gente, aquellos que hieren de frente sin importar el dolor dejado a su paso. ¡Pásame la tinta, por favor!".
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